Blanqueados en la sangre del cordero, Mártires de la esperanza.
Blanqueados en la sangre del cordero, Mártires de la esperanza. Aquellos vestidos de banco, anuncian la novedad, que Dios vive en el pueblo, asumiendo su dolor: la bestia siete cabezas no aniquilara la esperanza. Esta sangre martirial es una fuente de vida Teresita y Bernardo, Álvaro Ulcué y Tiberio, luz Marina, Catequistas, Nevardo, Valencia Cano. Campesinos y mujeres, mártires silenciados. Son semillas de esperanza, anunciando un mundo nuevo. Ya es la hora consagrados, consagradas a la vida, de arriesgar la propia vida, testigos de la esperanza. Negarse a adorar la bestia. Tiene un costo martirial, exige muchas rupturas en el esquema mental; recuperar en el pueblo, la memoria colectiva, reconstruir la conciencia de todos los consagrados, dejar seguridades legalismos infecundos. No estar marcado en la frente del sistema capital. Discernimiento y acción, Palabra desde los pobres, Fijar la santa morada en el centro del conflicto. Enjugar toda lágrima, vivir due