LA MASACRE

   La Masacre de Trujillo, como se nombra a los sucesos ocurridos entre 1986 y 1994, fue una secuencia de desapariciones forzadas, torturas, homicidios selectivos, detenciones arbitrarias y masacres, de carácter sistemático, perpetradas por una alianza entre las estructuras criminales de los narcotraficantes Diego Montoya, alias ‘Don Diego’ y Henry Loaiza, alias ‘El Alacrán’, y miembros de la fuerza pública.

 
Diego Montoya, alias ‘Don Diego’
 

Henry Loaiza, alias ‘El Alacrán’
 


   Las víctimas fueron señalados como supuestos colaboradores de la guerrilla. Esta larga cadena de crímenes tuvo su momento más crítico entre marzo y abril de 1990, cuando los hombres de ‘Don Diego’ desaparecieron a varias personas en el corregimiento de La Sonora, y asesinaron al sacerdote y líder comunitario Tiberio Fernández.


   Murieron 342 personas a lo largo de todo el periodo. El padre Fernández, fue  mutilado de pies y manos, castrado, decapitado y lanzado al río Cauca por denunciar la barbarie que se había tomado Trujillo.
 

   La crueldad de las torturas que sufrieron varias de las víctimas fue replicada por los paramilitares en varias zonas del país: el uso de motosierras para desmembrar a las victimas estando todavía vivas, los hierros candentes introducidos en los cuerpos y la aplicación de sal en las heridas abiertas, la asfixia con chorros de agua, el martilleo de dedos y el levantamiento de las uñas.

Muchas de las muertes de la masacre de Trujillo siguen en la impunidad. La denuncia de las víctimas ante las instancias judiciales nacionales se apoyó en gran medida en la información aportada por Daniel Arcila Cardona, uno de los criminales. Arcila Cardona estuvo en el lugar de los hechos y fue desaparecido forzosamente en 1991. El narcotraficante Henry Loaiza Ceballos, alias El Alacrán, fue condenado a 30 años de prisión por su responsabilidad en el homicidio de Daniel Arcila Cardona, principal testigo de la ‘Masacre de Trujillo’, y un amigo de éste.


En Trujillo han tenido presencia a lo largo de los años los diferentes actores del conflicto armado. A finales de la década de los ochenta, tenían una gran influencia la guerrilla del Eln y las organizaciones del narcotráfico, encabezadas por Diego Montoya  alias ‘Don Diego’ y Henry Loaiza alias ‘El Alacrán’, en cuya finca Villa Paola fueron cometidos muchos de los crímenes mencionados. También había pugnas entre facciones partidistas en el campo político. Para los expertos, Trujillo es uno de los primeros vistazos de una de las variantes del paramilitarismo: la alianza de agentes del Estado con actores locales o regionales, en este caso del narcotráfico, que perciben a la guerrilla como una amenaza a su poder.


Documental Voces de Trujillo
 
Un retorno a la vida
 


 
 




Comentarios

Entradas populares de este blog

MÁRTIRES - Daniel Hubert Gillard